Un millón y medio de personas han respondido-según los datos del Departamento de Interior y de la Guardia Urbana-al llamamiento independentista de la Diada Nacional de Cataluña en Barcelona. Este dato la convierte en una manifestación histórica, la más multitudinaria que se ha hecho nunca en nuestro país. Sea cual sea la cifra, la participación masiva ha sido una evidencia desde el inicio de la protesta. La marea independentista «Cataluña, nuevo Estado de Europa» ha colapsado el centro de Barcelona, por donde avanza muy lentamente.
Poco antes de las 6 de la tarde, la hora oficial de inicio de la marcha convocada por la Asamblea Nacional Catalana, la cabecera de la manifestación ha empezado a mover en el cruce del paseo de Gràcia con la Gran Vía de las Cortes Catalanas. Lo ha hecho con dificultades por la afluencia masiva de personas. La riada de manifestantes con esteladas-muchas más que banderas-ha tomado el centro de Barcelona desde horas antes del comienzo de la manifestación, en medio de un ambiente lúdico y reivindicativo.
Ante el éxito de participación, el Departamento de Interior ha pedido, primero, que la gente se incorporara a la marcha desde la parte alta del paseo de Gràcia y después que se abriera paso en la Via Laietana, donde mucha gente ya se ha dirigido de entrada.
La cabecera de la protesta, con una pancarta que aguantan 10 miembros del ANC y 10 representantes de la Asociación de Municipios para la Independencia, ha quedado completamente rodeada de manifestantes. Cien metros después de comenzar, se ha tenido que volver a parar. En 75 minutos, se movió sólo unos 300 metros.
Todo el paseo de Gràcia, desde más arriba de la Diagonal, la calle Pau Claris y gran parte de la Via Laietana, hasta la altura de la catedral, han quedado llenos a rebosar. Sólo se podía caminar con más fluidez al final de la Via Laietana, por donde ha avanzado la marcha, en dirección hacia la Ciudadela. A las 7 de la tarde, la marcha ya se movía con más decisión siguiendo el recorrido anunciado. En cuartos de 8, algunos manifestantes ya entraban en el parque de la Ciutadella.
Los gritos de independencia y las pancartas en diferentes idiomas han lucido en una manifestación donde se ha visto gente de todas las edades y muchas familias. Entre los lemas que se han exhibido, había «Freedom for Catalonia», «Bye Bye Spain», «Yes, we CAT», «Ahora ya toca» o «Eurovegas por España, Independencia por Cataluña».
Poco antes de las 8 de la tarde se ha hecho en la avenida del Marqués de Argentera el acto simbólico de preguntar a la ciudadanía qué futuro quiere para Cataluña, que han conducido el periodista Jordi Margarit y la actriz Txe Arana. Los manifestantes han respondido que sí, alzando la voz y con pancartas verdes que había repartido la organización, a preguntas como «Queremos la independencia de nuestro país» o «Queremos que nuestros respresentats políticos se comprometan a iniciar el proceso de secesión? «preguntas que también han contado con un» sí «virtual de Pep Guardiola desde Nueva York. Después, varias personas han defendido el derecho a la autodeterminación en inglés, portugués, español, árabe y francés.
Satisfacción generalizada
En declaraciones a Catalunya Ràdio, la presidenta del ANC, Carme Forcadell, ha celebrado el éxito de la llamada independentista. «Estamos muy contentos. El pueblo ha respondido. Lo esperábamos», afirmó. En TV3, Forcadell ha destacado que los organizadores están «exultantes y felices» y ha dado las gracias «al pueblo de Cataluña porque ha respondido magníficamente».
La marcha independentista tiene previsto el final frente al parque de la Ciutadella, donde los organizadores preveían llegar a las 8 de la tarde. Ante la imposibilidad de moverse, una delegación de una docena de miembros del ANC y de la Asociación de Municipios por la Independencia han ido directamente al Parlamento por una ruta alternativa, para reunirse con la presidenta de la cámara, Núria de Gispert.
Con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ausente de la manifestación, aunque alentando a participar, miembros destacados de CiU se han situado en la segunda línea de la marcha. Entre ellos, la vicepresidenta del gobierno, Joana Ortega, que se ha declarado impresionada por la participación masiva y añadió que la marcha demuestra que «nadie hace callar al pueblo catalán»;
el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, su hijo y actual presidente de CDC Oriol Pujol, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, o la mujer de Artur Mas, Helena Rakosnik.
Los manifestantes, convencidos de hacer historia, han llenado de mensajes las redes sociales. Los medios de comunicación también han captado estas sensaciones y, sin ir más lejos, el cantautor Lluís Llach ha proclamado en Catalunya Ràdio: «Estamos en el primer día de una nueva época».
Muchos catalanes, de manera previsora, han optado por ir a Barcelona ya la mañana para llegar con tiempo o vivir el ambiente en la ciudad. Por ello, desde la mañana, muchas estaciones de Renfe ya han registrado un buen tráfico de pasajeros. Y en el centro de la ciudad, tanto alrededor del monumento a Casanova como en el resto de lugares céntricos, ya era palpable el ambiente de manifestación.
El millar de autobuses que han llevado a los manifestantes en Barcelona desde todo el país han ocupado los carriles bus del Eixample y otras zonas de la ciudad. Algunos, sin embargo, se han encontrado obstáculos. En Mollet, un accidente entre cuatro autocares que iban a la manifestación de la Diada ha provocado ocho heridos leves, que han sido evacuados a diferentes hospitales. El accidente ocurrió sobre las 4 de la tarde y ha obligado a cortar un carril de la carretera C-33 en dirección Barcelona. Los heridos han sufrido latigazos cervicales y traumatismos craneales leves, según el Sistema de Emergencias Médicas, que indicó que el accidente ha sido «más aparatoso que grave».
Otras vías de llegada han sido los convoyes especiales dispuestos por diferentes ayuntamientos catalanes que han salido al mediodía en dirección a la capital catalana.
Redacció 324.cat