Detrás de un muro de 250 m de largo cubierto a rebosar de buganvillas, se encuentra uno de los jardines más señoriales de Barcelona: el del Palacio de Pedralbes.
Tanto afrancesados como ingleses, un tanto románticos y muy frondosos, lo cierto es que adentrarse en ellos nos transporta a un tiempo en el que la serenidad y la majestuosidad fueron elementos determinantes del paisaje.
Avinguda Diagonal, 686, 08034 Barcelona